Usos sexistas del lenguaje

En los usos sexistas del lenguaje encontramos: 

Androcentrismo: Entre los usos sexistas del lenguaje, algunos provienen del androcentrismo, es decir, que hacen una visión del mundo desde un punto de vista masculino evitando otras realidades de género. Cuando nos referimos a profesiones u otras características en masculino es cuando existe una correlación en femenino es también un uso androcéntrico. Por ejemplo, decir “la médico” cuando “la medica” es más correcto y visibiliza la presencia femenina en una cierta profesión.

Orden de presentación: Inclusive cuando hacemos el esfuerzo de utilizar un lenguaje no sexista solemos anteponer el masculino: “todos y todas”.


Aposiciones sexuadas y redundantes: Consiste en añadir una alusión al sexo sólo en el caso de las mujeres y de forma innecesaria. Por ejemplo: “Esto permite hacer un abordaje sobre los mecanismos de participación política de las concejalas mujeres”.